lunes, 2 de abril de 2018

Petrus Cantor: de Sodomia

Alain de Lille y Petrus Cantor
*Puesto que carezco de las herramientas suficientes, la biografía de este autor estará tomada desde la página de Wikipedia, por lo que aquellos lectores que busquen la biografía de dicho personaje, recomiendo que busquen referencias en otros lugares. Este apartado servirá únicamente como contexto biográfico del autor en la Edad Media.



Pierre le Chantre o Pedro el Chantre, latinizado como Petrus Cantor fue un letrado y teólogo escolástico francés del siglo XII. Habría nacido o en la región de Beauvais, o en Reims, donde hizo sus estudios en la escuela catedralicia. Hacia 1170 era canónigo en París y profesor de su escuela catedralicia; entre 1180 y 1184 fue nombrando chantre, de donde su sobrenombre latino (Petrus Cantor, a veces Cantor Parisiensis). Escribió glosas de la Biblia y un tratado sobre la Penitencia. El medievalista Jacques Le Goff le atribuye el primer uso de la palabra purgatorium como sustantivo, etapa decisiva en la creación del concepto de Purgatorio que tanto daría que reprobar a Lutero tres siglos después. ​Su competencia en derecho canónico le hizo ser escogido numerosas veces como juez eclesiástico, especialmente en 1196 a causa del asunto del divorcio de Felipe Augusto y la reina Isambour, que fue tratado en Compiègne. En 1191 fue elegido obispo de Tournai, pero la elección fue anulada por el arzobispo de Reims, Guillaume de Champagne. A la muerte de Maurice de Sully en 1196, fue elegido obispo de París, pero rechazó la elección.En 1196 fue elegido deán del capítulo de canónigos de la Catedral de Reims. Durante el viaje desde París, cayó enfermo y se albergó en la Abadía cisterciense de Longpont, cerca de Soissons, donde murió y fue enterrado. Los cistercienses lo consideran dentro de su orden y celebran su fiesta es el diecinueve de mayo.

De vitio sodomitico

En este capítulo Pedro le Chantre hace alusión al pueblo de Sodoma, un lugar donde los ciudadanos están corrompidos por el vicio y el pecado, y que es usado como referente bíblico para la condenación de los actos, por decirlo así, sodomíticos. Este fragmento se extrae de su obra Verbum abbreviatum, un libro dirigido principalmente al clero y, más en particular, a los monjes, en donde exhorta a la práctica de la virtud; sus fuentes son la Biblia, los escritos de los Padres y los autores profanos.

CAPÍTULO CXXXVIII: De vitio sodomitico. (Trad. John Boswell)

··El pecado de Sodoma fue «la abundancia de pan, la soberbia y el exceso de vino».[48] Al condenar este pecado,[49] el Señor dice: «Pero los hombres de Sodoma eran muy malos, y pecaron enormemente contra el Señor». Y el Señor dijo: «El clamor que ha llegado a mis oídos [Gen, 18: 20-21 KJV]. La novedad de un pecado tan grande e inaudito crea azoramiento y duda en el oyente. De ahí que se presente al Señor como asombrado y dubitativo ante tal crimen mientras dice «quiero ir y ver...».

En realidad, me parece increíble que los hombres hubieran podido cometer ese crimen. Un pecado «habla» cuando implica una acción que es apenas notable; «clama» cuando es cometido abiertamente con la clara perpetración de un crimen. Sólo de dos pecados se dice que su gravedad «clama» al cielo desde la tierra: el asesinato y la sodomía. Así, está escrito, el Señor se lamenta de que «él los creó machos y hembras para la multiplicación de los hombres», pero que asesinos y sodomitas los destruyeron y los mataron como adversarios y enemigos y mortales de Dios y de la especie humana, como si dijeran: «Tú has creado hombres que podían haberse multiplicado, pero nosotros nos esforzamos por minar y desbaratar esa labor».

Además, cuando el Señor asigna los castigos que han de infligirse por diferentes pecados, parece abandonar su paciencia y bondad innatas con este último, sin esperar que los sodomitas sean juzgados sino, antes bien, castigándolos temporalmente con fuego enviado desde el cielo, como si, en última instancia, quisiera impartir justicia a través de las llamas del infierno.

El Señor hizo al hombre a partir del lodo de la llanura de Damasco, para modelar más tarde a la mujer a partir de una costilla en el Edén. Así, pues, al considerar la formación de la mujer, y para que nadie pudiera creer que fueran hermafroditas,[50] dijo: «Macho y hembra los creo», que es como decir, «No habrá coito de hombres con hombres ni de mujeres con mujeres, sino sólo de hombres con mujeres y viceversa». Por esta razón, la Iglesia permite que un hermafrodita –es decir, alguien con los órganos de ambos sexos, capaces tanto de funciones activas como pasivas– use el órgano con el cual él (la)[51] más se excite o aquél al que sea más susceptible.

Si él (la) es más activo/a [literalmente, «lujurioso/a»], puede casarse como hombre, pero si es más pasivo/a, puede casarse como mujer.[52] Sin embargo, si fracasara con un órgano, nunca se permitirá que utilice el otro, sino que él (la) debe ser perpetuamente célibe, para evitar toda semejanza con la inversión de papel de la sodomía,[53] que Dios detesta.

Además, leemos en Romanos: «Por eso los entregó Dios a los deseos de sus corazones, a la
inmundicia, de modo que pudieran torturar su cuerpo sin consideración, sumidos en ignominiosas pasiones. Pues sus mismas mujeres invirtieron el uso natural, por el que es contrario a la naturaleza. Del mismo modo, también los varones, desechando el uso natural de la hembra, encendieron su lujuria unos con otros, cometiendo torpezas nefandas varones con varones, entregados a sensibilidades reprobables, de modo que hicieron cosas inconvenientes» [paráfrasis de Rom., 1: 26-27].

Del mismo modo. Judas, 7: «Así como Sodoma, y Gomorra, y las ciudades comarcanas, entregándose a la fornicación y persiguiendo carne extraña», los varones hacían cosas nefandas con varones, las mujeres con mujeres.

La carne de un hombre y de su esposa es una; así, [los sodomitas] se convirtieron en ejemplo, al recibir la pena del fuego eterno en el presente. Compárese Levítico, 18 [:23]:[54] «No yacerás con un hombre como con una mujer, pues es una abominación», una cosa ignominiosa e inexpresable. El coito con varón merece la misma pena –la muerte– que el coito con animal. De ahí Levítico, 20 [:13]: «El que yaciera con varón como yace con mujer, ambos cometieron una abominación: mueran sin remisión; caiga su sangre sobre ellos» [KJV].

Pero, ¿cómo han caído estos versículos en desuso, de modo tal que lo que el Señor castigó
severamente, la Iglesia deja intacto, y lo que él trató ligeramente, castiga ella con dureza? Me temo que lo primero es resultado de la avaricia, y lo segundo de la frialdad de la caridad. Estos enemigos del hombre son como Onán, que derramaba su semilla sobre el suelo, pues se negaba a dar hijos a su hermano, y fue castigado por Dios. Estos, como dice Isaías en el capítulo 1 [Isa., 1: 9?], son como Sodoma y Gomorra, silenciosos en la alabanza de Dios y endurecidos en la enormidad de sus pecados. De la misma manera, en 1 Timoteo, 1 y en Colosenses, 3 [:5]: «Mortificad, pues, vuestros miembros terrenos» [KJV]. Y Josué, 6 [:26]: «Maldito sea ante el Señor quien intentare reedificar la ciudad de Jericó: muera su primogénito cuando eche sus cimientos y perezca el postrero de sus hijos así que asiente las puertas» [KJV]. Y mucho más maldito sea quien cometa el pecado de Sodoma, que pierda
el primero y el último de sus hijos, esto es, fe y humildad, incluso para la perversidad.

En su desprecio de este pecado. Dios se vuelve incluso contra la tierra y cambia la Pentápolis por el mar Muerto, en el que no puede vivir pez alguno y sobre el cual no puede navegar ningún barco con seres humanos a bordo. En esta tierra hay árboles llenos de frutos que, al menor contacto, se desintegran en polvo y ceniza. Pues si se mira retrospectivamente en Sodoma, se ve que la mujer de Lot fue convertida en tierra y en una columna de sal, como si el Señor dijera: «Quiero que no quede recuerdo de este crimen, ni un resto, ni una huella de su enormidad».

Esos hombres, espásticos y débiles, que se cambian de varones a hembras, haciendo mal uso del coito femenino, el faraón los conserva consigo como mujeres, para su placer. Son imitadores de Sardanápalo,[55] un hombre más corrompido que cualquier mujer. También Jeremías, al final de las Lamentaciones, a su largo lamento y pena por la ruina y la caída de la ciudad agrega una queja y un gemido en relación con la sodomía: «Abusaron indecentemente de los hombres jóvenes, y los muchachos perecieron a palos».[56] Esos hombres quedaron sordos y ciegos golpeando a la puerta de Lot a mediodía, de modo que miraban sin ver. Lo mismo dice Isaías, 66 [:17]:[57] «Quienes se santifican a sí mismos y se piensan puros en jardines detrás de un portalón, o dentro, detrás de una puerta...». Y lo mismo, Joel, 3[:3]: «Han colocado un muchacho [en un burdel]».[58] Y también:«cuando un hombre se casa como una mujer, que se armen las leyes, que se haga justicia».[59]··

[48] Ezeq., 16: 49. He traducido al inglés muchas citas bíblicas de Pedro Cantor, pues sus pasajes a partir de la Vulgata descansan muchas veces en peculiaridades del latín que no aparecen en las traducciones inglesas hechas a partir del hebreo o del griego. En los casos en que la KJV se adapta al latín, la he usado, con la indicación [KJV].

[49] Presumiblemente homosexualidad, aunque –lo que es asombroso– la descripción bíblica inmediatamente anterior de los pecados de los sodomitas no menciona ninguna clase de comportamiento sexual.

[50] «Andrógino»: la confusión o la fusión de los conceptos y la terminología propias del hermafroditismo y de la homosexualidad es muy antigua. Aunque hubo de renacer en los siglos XIII y XIV a medida que declinaba la conciencia de los gays (véase, por ej., el retrato de Dante de los «sodomitas», en Purgatorio, 26. 82, que gritan «Nostro peccato fu ermafrodito»), este tipo de inexactitud era raro en la época de Pedro Cantor, en que la familiaridad general con los gays y el vivo interés científico por los hermafroditas hicieron posible que distinguieran entre ambas categorías incluso quienes se oponían por igual a ambas. El interés en los aspectos médicos del hermafroditismo era común en la ciencia islámica del medioevo temprano (véase, por ej., Albucasis, On Surgery and Instruments, 70. 454-455); Maimónides dedicó elaboradas especulaciones morales a la posición y las obligaciones de los hermafroditas; véase The code of Maimonides, Book 4: The Book of Women, trad. Isaac Klein, Yale Judaica Series, núm. 19, New Haven, 1972, pp. 13, 14, 26, 303-305, 349, 493. Sin embargo, Pedro Cantor fue uno de los pocos escolásticos que comentó
los aspectos morales del hermafroditismo en oposición a la homosexualidad. Este autor suponía que mientras que lo primero era una «condición» no susceptible de culpabilización, lo segundo representaba una elección voluntaria. Esa distinción fue apoyada por algunos teólogos modernos, pero hubo de ser rechazada por Tomás de Aquino, para quien la homosexualidad era congénita.

[51] «El (la)» se emplea aquí para sugerir la ambigüedad respecto al sexo del hermafrodita, que Pedro Cantor consigue mediante el uso de los verbos latinos sin sujeto prenominal expreso.

[52] El texto reza et en lugar de ut.

[53] Alternitatis: obsérvese las semejanzas con el horror de Juan Crisóstomo ante la inversión del papel sexual.

[54] Pedro Cantor ofrece referencias capitales para algunas de las citas bíblicas, pero sin números de versículo (que en su época aún no estaban sistematizados). Las he agregado entre corchetes; cuando no se dan es porque el pasaje resulta imposible de identificar debido a la falta de cuidados de Pedro Cantor en la trascripción.

[55] Sobre Sardanápalo, rey de Asirla, véase Plutarco, Moralia, 336c; Clemente de Alejandría, Paedagogus, 3. 11. etc.

[56] Véase la Vulgata: Adolescentibus impudice abusi sunt, et pueri in ligno corruerunt (Lam., 5: 13). La edición LXX trae ‟Δηθεηημί ηθαοειόκ ακέθααμκ ηαί κεακίζημζέκ λύθς δζεέκδζακ. Es evidente que ‟εηθεηημί es una lectura errónea del hebreo «bachurim» («jóvenes») como «bachirim» («elegido»). La versión KJV es más fiel al hebreo: «They took the young men to grind, and the children fell under the wood». En hebreo y en griego no cabe duda de que se alude a alguna clase de trabajo forzado; sólo en latín es posible la insinuación
sexual.

[57] Pedro Cantor altera aquí la Vulgata mediante la inserción de las palabras vel post ostium para hacer eco al Gen., 19: 6. Cf. la KJV.

[58] Así, la Vulgata: Puerum posuerunt in prostibulo. Probablemente no sea éste el sentido en hebreo, pero Pedro Cantor no podía saberlo.

[59] Verbum abbreviatum, 138, texto en PL, 205: 333-335. Para la última cita, véase supra, cap. Cristianos y cambio social, pp. 149-150.







Vitium Sodomorum fuit « abundantia panis et superbia vitae, et superfluitas vini (Ezech. XVI) . » Hoc vitium redarguens Dominus, Genes. cap. XIX, ait: « Homines autem Sodomitae pessimi erant, et peccatores coram Domino nimis. » Item cap. XVIII: « Clamor Sodomorum, et Gomorrheorum multiplicatus est, et peccatum eorum aggravatum est nimis. (0334A) Descendam et videbo, utrum clamorem, qui venit ad me, opere impleverant. » Glossa. Novitas tantae et inauditae turpitudinis, quasi admirationem et dubitationem parit in audiente. Unde Dominus quasi admirans, et dubitans super tanto scelere, introducitur sic loquens: « Descendam et videbo utrum, » etc. Incredibile enim mihi videtur homines tantum flagitium perpetrasse. Gregorius (lib. XIX Mor. c. 14) . Peccatum est in voce, quando est in actione cum tenui nota.



In clamore est, quando est in libertate cum manifesta sceleris patratione. De tantum duobus ergo peccatis tanquam maximis et paribus, homicidio scilicet et vitio sodomitico, legitur clamor ascendisse ad Dominum de terra. (0334B) Legitur Dominus conqueri, ideo scilicet, quod « masculum et feminam creavit ad multiplicandos homines (Gen. I) ; » homicidae autem et sodomitae hos destruunt et perimunt ut hostes, et praecipui adversarii Dei et generis humani, quasi: Tu homines creasti, ut multiplicarentur, nos vero dabimus operam, ut opus tuum minuatur et destruatur. Item, cum Dominus poenam pro aliis peccatis infligendam differat, pro hoc patientiam et bonitatem sibi innatam videtur exuisse, non exspectans sodomitas ad poenitentiam, sed eos magis puniens temporaliter igne coelitus misso (Gen. XIX) , consummaturus tandem poenam illorum per ignem gehennae. (0334C) Item, Dominus virum plasmavit de limo terrae in agro Damasceno, formaturus mulierem de costa eius in paradiso. Unde ne crederet quis eos fore androgynos praeoccupans formationem mulieris, ait: « Masculum et feminam creavit eos (Gen. I) , » quasi: Non erit consortium viri ad virum, vel mulieris ad mulierem, sed tantum viri ad mulierem, et econtrario. Unde Ecclesia homini androgyno, id est habenti instrumentum utriusque sexus, aptum scilicet ad agendum et patiendum, instrumento, quo magis calescit, quove magis est infirmus, permittit uti.

Si magis calescit, ut vir, permittunt eum ducere; si vero magis mollescat, et mulier permittunt ei nubere. (0334D) Si autem in illo instrumento defecerit, nunquam concederetur ei usus reliqui instrumenti, sed perpetuo continebit, propter vestigia alternitatis vitii sodomitici, quod a Deo detestatur. Item ad Romanos, cap. I: « Propter quod tradidit illos Deus in desideria cordis eorum, in immunditiam, ut contumeliis afficiant corpora sua in semetipsis, in passiones ignominiae. Nam feminae eorum immutaverunt naturalem usum, in eum usum, qui est contra naturam. Similiter et masculi, relicto naturali usu feminae, exarserunt in desideriis suis, invicem masculi in masculos turpitudinem operantes, traditi in reprobum sensum, ut faciant ea quae non conveniunt. (0335A) » Item epist. Iudae (vers. 7) : « Sodoma, et Gomorrha et finitimae civitates, quia exfornicatae sunt, et abierunt post carnem alteram, » masculi cum masculis turpitudinem agentes, mulieres cum mulieribus. Viri enim et uxoris est una caro: « factae sunt exemplum ignis aeterni poenam sustinentes (Gen. II) , » in praesenti. Item Levit. cap. XVIII: « Non commisceberis cum masculo coitu femineo, quia abominatio, » et ignominia et ineffabile est. Coitum etiam masculi cum masculo pari poena punit, ut coitum hominis cum bruto, scilicet morte. Unde Levit. cap. XX: « Qui dormierit cum masculo coitu femineo, uterque operatus est nefas, morte moriantur. » Sed nunc quomodo abierunt haec in desuetudinem, ut quae graviter punit Dominus, intacta relinquat Ecclesia; et quae leviter punit, ipsa gravissime puniat? Timendum ne hoc ex avaritia procedat, illud vero ex refrigerio charitatis omittat. (0335B) Hi destructores hominis similes sunt Onan, qui effudit semen in terram, et nolens suscitare semen fratri, percussus est a Domino (Gen. XXXVIII) . Hi, ut Isaias ait (cap. I) , sunt quasi Sodoma, et Gomorrha, id est muti a laude Dei et asperi enormitate peccatorum. Item I epist. ad Tim. I. Item ad Coloss. III: « Mortificate ergo membra vestra quae sunt super terram, » etc. Item Iosue, cap. VI: « Maledictus vir, qui suscitaverit et aedificaverit Iericho, in primogenito suo fundamenta illius iaciat, et in novissimo liberorum ponat portas eius. » Multo magis maledictus est suscitans peccatum Sodomorum, perdens sic primogenitum et novissimum filiorum, fidem scilicet cum humilitate, etiam pro enormitate. (0335C) Et in detestationem huius criminis Deus offensus est terrae illi, convertens Pentapolim in mare Mortuum, ut non vivat piscis in eo, nec enatet navis in qua fuerit homo. In qua terra sunt arbores ferentes poma, quae ad tactum evanescunt, emittentia pulverem et favillam (Sap. X) . Etiam pro solo respectu ad Sodomam, uxor Loth conversa est in terram et statuam salis (Gen. XIX) , quasi diceret Dominus: Nolo ut huius criminis aliqua sit memoria, aliquis respectus, aliquod vestigium pro enormitate illius. Huiusmodi homines spastici enervati sunt feminae reservatae a Pharaone ad delicias suas, qui se masculos convertunt in feminas, abutentes coitu feminino. Hi sunt imitatores Sardanapali, qui vir corruptior fuit omni muliere. (0335D) Ieremias etiam in fine Threnorum, super omnem planctum et dolorem urbis ruinae et captivitatis, adiicit planctum et gemitum super vitio sodomitico habitum, dicens: « Adolescentibus impudice abusi sunt, et pueri in ligno corruerunt (Thren. VI) . » Hi non tantum muti, sed etiam caeci efficiuntur percussi aorasia palpantes ad ostium Loth in meridie (Gen. XIX) , ut videntes non videant. Item Isaias, cap. LXVI: « Qui sanctificabantur, et mundos se putabant in hortis post ianuam vel post ostium intrinsecus, etc. » Item Ioel III: « Posuerunt puerum, » etc. Item: Ubi vir nubit in feminam, armentur leges, exserantur iura.

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